Fonte: http://alainet.org/active/15413〈=es, por Sergio Ferrari
Uno de los principales desafíos de la 7ma edición del Foro Social Mundial (FSM) a punto de comenzar este sábado 20 de enero en Nairobi será su capacidad para convocar a los más variados y múltiples actores sociales y participantes africanos. Un reto considerable dada la historia de este espacio altermundialista planetario nacido en el 2001 y hasta ahora en constante crecimiento.
El objetivo de africanizarse aparece como punto número uno de la agenda keniana del Foro, luego de cuatro ediciones expansivas en Porto Alegre y la intermedia del 2004 en Mumbai que permitió anclar esta iniciativa en India, entre sus sectores más marginales.
El intento de enraizarlo en Africa implica no sólo un paso decisivo en la existencia misma del FSM sino una oportunidad incomparable para un continente, hoy por hoy, condenado a la marginación casi total.
Africa autoconvocada
“EL FSM puede convertirse en una real opción de futuro para los pueblos africanos”, señala con convicción Agripine, joven rwandesa exiliada desde hace once años en Kenya.
Responsable de un “cibercafé” en el NARA , centro para refugiados de la iglesia católica en la capital, no esconde su satisfacción de integrarse al FSM en tanto que intérprete voluntaria inglés-francés.
Lo más importante del evento de Nairobi, precisa, es que “ciudadanos de muchos países nos encontremos y pensemos juntos en nuestro propio destino”.
Argumento que comparte Gaston Mulongoy, abogado congolés que anima la Federación de Derechos Humanos (FDH) en Lubumbashi, y que llegó a Nairobi para participar en el FSM. Su viaje, tres días antes de la inauguración del evento, tiene su explicación: concurrir-animar un seminario previo sobre la extracción minera y petrolera en el este africano.
“La realidad en mi región es dramática. Aunque contamos con el 50 % de las reservas mundiales de cobalto y el 10 % de las de cobre, nuestra gente cada día está más pobre”.
Y para salir de esta situación casi irresoluble es “esencial ponerse de acuerdo, primero, entre africanos y, luego, con aquellos actores del norte que por convicción y por solidaridad estén dispuestos a ser nuestros aliados en la lucha en la defensa de nuestros recursos”.
En ese sentido, precisa Mulongoy, el FSM “es un espacio irreemplazable para explorar y buscar propuestas comunes”. Imposible imaginar una solución real, por ejemplo en lo que hace a los recursos naturales, “si los actores sociales del sur y del norte no actúan en sinergía”.
La convicción no reduce, sin embargo, el marco de los enigmas que rodean a esta 7ma edición. Y es el abogado y activista social congolés quien los enumera con precisión: “se debe asegurar que la convocatoria en Nairobi sea lo más masiva y popular posible y, por otra parte, tenemos que aprovechar de las experiencias y metodología de esta convocatoria para reproducirlas y multiplicarlas en nuestros países”.
Del Congo no serán muchos los que puedan llegar, explica Mulongoy. “Por tierra es casi imposible y por avión el precio del billete oscila en los 700 dólares USA”. Y de ahí el rol “multiplicador que tendremos que jugar cada uno de nosotros que pudimos acceder a Nairobi”.
Interrogantes abiertos
¿Logrará realmente el FSM de la capital keniana masificarse, permitiendo así enraizarlo en un punto estratégico del tercer continentes por el cual transita? La pregunta está abierta y las respuestas son todavía imprevisibles.
Lo esencial es que “el FSM no se reduzca a un grupo de intelectuales o a la cabeza de algunas organizaciones no-gubernamentales”, apunta el conocido profesor Peter Wanyande. Quien no esconde su convencimiento sobre el impacto positivo que puede llegar a tener el Foro si logra masificarse.
A pesar del optimismo creciente de los organizadores –que hablan de decenas de miles de posibles participantes- los parámetros de medición no están todavía claramente aceitados, y los días previos ni los grandes medios ni las paredes de la capital hablan de la convocatoria.
Tampoco “ni a nivel de parlamento ni de organizaciones sociales afuera de Nairobi se ha hablado mucho del FSM”, confiesa Adelina Mwau, una de las 18 diputadas nacionales mujeres (sobre más de 280 curules) y líder femenina en el distrito sureño de Makueni, quien confirmó su participación en el cónclave del Estadio Nacional de Kasarani.
El FSM aterriza en Africa y la cuenta regresiva ya no se detiene. Luego del conteo se abrirá este sábado 20 de enero y por cinco días la convocatoria social – internacional más importante que haya protagonizado el continente. Un esfuerzo gigantesco y necesario. El tiempo y el futuro del FSM dirán si dicho esfuerzo fue suficiente…