Carlos Amorín – Rel-UITA
La delegación latinoamericana hizo un aporte formidable
Integró con energía la nutrida delegación de Brasil, el país que actualmente marcha en la delantera con respecto al desarrollo de la economía solidaria. Brasil es hoy un verdadero laboratorio mundial con una enorme diversidad de experiencias concretas.
-¿Qué es el Forum?
-Es una coordinación entre los actores de economía solidaria en Brasil. Es una instancia de representación, animación y promoción del propio movimiento al interior del país. Articula los tres actores principales de este movimiento: a los protagonistas, que son los emprendimientos de economía solidaria, tanto grupos formales como informales, cooperativas, entidades de crédito o de moneda social, y otras formas que en total representan el 70% del Forum; otro actor importante son las entidades y las redes que dan apoyo y asesoramiento a los emprendimientos como ONG, redes de fomento que trabajan en capacitación y formación así como en apoyo estructural para iniciativas en incubación; y el tercero es la red de gestores de economía solidaria que es el sector público, municipalidades, alcaldías, que tienen programas o instancias de economía solidaria.
-¿Cuántas organizaciones hay en el Forum?
-Nunca hicimos un relevamiento, pero puedo decir que el Forum tiene representación en los 27 estados del país; en cada estado hay un Forum local y dentro de él existe la misma articulación de los tres actores que hay a nivel nacional. Por tanto, es un universo muy vasto y heterogéneo.
-El Forum no está integrado a la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria (RIPESS).
-Estamos considerando nuestra integración. Tuvimos presencia en ediciones anteriores de este Encuentro, pero por debilidades nuestras dejamos de participar. Ahora estamos retomando con fuerza nuestra voluntad de estar presentes en la construcción de RIPESS.
-¿Cuál es tu evaluación del Encuentro a nivel latinoamericano y general?
-El hecho de que este evento se haya realizado en Dakar fue muy enriquecedor porque permitió una fuerte presencia africana, lo que desplazó un poco el foco que se venía trayendo, y eso creo que resultó positivo porque para nosotros en América Latina son pocas las oportunidades de conocer la realidad de África en directo. En varios aspectos quedamos sorprendidos de ver la similitud de muchos de nuestros problemas y oportunidades, aunque también percibimos algunas diferencias, como que nosotros tenemos un perfil político muy marcado mientras que en África está mucho más presente lo que se llama la economía social de tipo europea. Con respecto a los talleres, creo que no quedaron muy claros los criterios que se usaron para aprobar los temas propuestos, por lo que la organización y distribución fueron algo confusas. También fue un poco complejo que se exigían informes de todos los talleres pero no era evidente hallar quién los hiciera. Los latinoamericanos demoramos un poco en arrancar, porque, como siempre, tuvimos que regular algunos asuntos previos, ponernos de acuerdo en el cómo y en el para qué, pero creo que acabamos de hacer una contribución muy fuerte a RIPESS tanto en propuestas como en análisis. Esto se logró porque nuestra articulación fue muy eficaz, aunque no tuvimos todo el tiempo que hubiésemos querido.
Logramos poner en evidencia que RIPESS no puede ser una mera organizadora de eventos, sino que debe constituirse como una red de redes, horizontal, y para eso hay que darse una estructura democrática y transparente.
Por último, diría que muchos de los paneles presentados durantes las mañanas en sesiones plenarias resultaron muy interesantes y ricos. Creo que, realmente, Dakar 2005 valió la pena.