Fonte: www.viacampesina.org

Nosotros y nosotras somos la gente de la tierra, quienes producimos alimentos para el mundo. Tenemos el derecho de seguir siendo campesinos y campesinas y la responsabilidad de continuar alimentando a nuestros pueblos. Cuidamos las semillas, que son la vida y pensamos que el acto de producir alimentos es un acto de amor. La humanidad necesita de nuestra presencia, nos negamos a desaparecer.

Todas nosotras y todos nosotros somos La Vía Campesina, un movimiento mundial de organizaciones de mujeres rurales, campesinos y campesinas, pequeños agricultores y agricultoras, trabajadores y trabajadoras del campo, pueblos indígenas, afrodescendientes, y juventud rural, de Asia, Europa, América y África, nos hemos reunidos en Maputo, Mozambique, del 19 al 22 de octubre de 2008, para celebrar nuestra V Conferencia Internacional siendo recibidos de manera calurosa, fraternal y combativa por nuestros anfitriones, la União Nacional de Camponeses (UNAC) de Mozambique.

Estamos aquí para reafirmar nuestra determinación de defender la agricultura campesina, nuestras culturas y nuestro derecho a continuar existiendo como pueblos con identidad propia. Somos más de 550 personas, incluyendo más de 325 delegados y delegadas de 57 países, representando centenares de millones de familias campesinas. Las mujeres, que representamos mas de la mitad de las personas que producen alimentos en el mundo, nos encontramos celebrando, con energía y determinación, nuestra Tercera Asamblea Mundial de Mujeres. También celebramos nuestra Segunda Asamblea de Jóvenes de la Vía Campesina, ya que la participación decisiva de la juventud garantiza tanto el presente como el futuro del campo. En está V Conferencia Internacional también ratificamos a 41 organizaciones como nuevos miembros de La Vía Campesina, y contamos con la participación de muchas organizaciones y movimientos aliados de todo el mundo, en nuestra Primera Asamblea con los Aliados de La Vía Campesina.

Cuatro años de luchas y victorias

En la V Conferencia Internacional hemos revisado nuestras principales luchas, acciones y actividades desde la IV Conferencia Internacional realizada en Itaici, Brasil, en junio de 2004. Entre ellas se destacaron las movilizaciones masivas contra la OMC, contra los Tratados de Libre Comercio (TLCs) en diversas partes del mundo y contra el G8 en Rostock y Hokkaido. En el 2005 La Vía Campesina estuvo muy presente en la jornada de lucha frente a la Cumbre de la OMC en Hong Kong, participando así en la más reciente de las acciones continuas con las que los movimientos sociales hemos mantenido paralizadas las negociaciones en las cumbres de la OMC desde Seattle en 1999. También jugamos papeles centrales en otras movilizaciones contra la OMC, desde Ginebra hasta la India.

En 2007 organizamos con nuestros principales aliados el Foro Internacional sobre la Soberanía Alimentaria en Nyéléni, Malí. Este fue un momento crucial en la construcción de un gran movimiento global por la soberanía alimentaria. Participaron unos 500 delegados de los más importantes movimientos sociales de todo el mundo, definiéndose una agenda estratégica y de acción para los próximos años. Tanto antes como después de Nyéléni, organizamos muchas reuniones nacionales y regionales sobre la soberanía alimentaria. En los últimos años hemos logrado que varios países, entre ellos Ecuador, Bolivia, Nepal, Malí, Nicaragua y Venezuela, hayan logrado incorporar el concepto de soberanía alimentaria en su constitución y/o leyes nacionales. A través de nuestra Campaña Global por la Reforma Agraria, expresión de nuestras luchas por la tierra y en defensa del territorio, co-organizamos el Foro Mundial de la Reforma Agraria en Valencia, España en el 2004, y en 2006 organizamos la Reunión Internacional de los Sin Tierra en Porto Alegre, Brasil, antes de la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR) de la FAO. Allí participamos en las movilizaciones de las mujeres de Brasil en contra del desierto verde de Eucalipto de la transnacional Aracruz el 8 de marzo, y en el Foro Paralelo, logrando importantes avances en la posición de los gobiernos. En 2007 organizamos, en Nepal, la Conferencia Internacional sobre Soberanía Alimentaria, Reforma Agraria y Derechos Campesinos.

En 2004 organizamos una fiesta global de intercambio de semillas campesinas, en el contexto de nuestra IV Conferencia. En 2005 organizamos el Seminario Internacional sobre Semillas “Liberar la Diversidad,” como parte de nuestra lucha global a favor de las semillas campesinas y en contra de los transgénicos y la tecnología terminator. La Vía Campesina de Brasil organizó contundentes movilizaciones durante la Conferencia Internacional de la Convención de Diversidad Biológica (COP-8) en Marzo del 2006 en Curitiba, Brasil. Sobre los mismos temas tuvimos importantes actividades en Mysore, India ese mismo año, y en 2008 en Bonn, Alemania y en Francia, en donde una huelga de hambre ayudó fuertemente a conseguir la prohibición del maíz transgénico de Monsanto. En Brasil en 2007, Keno, un gran luchador del MST, fue asesinado por un pistolero contratado por Syngenta, pero un año después logramos que Syngenta tuviera que entregar al gobierno su área ilegal de experimentación con transgénicos.

La Vía Campesina, junto a otros movimientos sociales organizó “la aldea de la solidaridad” de forma paralela a la Conferencia Sobre el Cambio Climático que la ONU organizó en Bali, Indonesia (2007), en donde avanzamos con el argumento de que la agricultura campesina enfría el planeta. En 2008 organizamos en Yakarta, Indonesia, una conferencia internacional centrada en nuestra propuesta para una Declaración Internacional de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos. Previa a la conferencia internacional, se organizó la Asamblea de Mujeres Sobre los Derechos de los Campesinos y las Campesinas.

El compromiso solidario de la Vía Campesina fue evidenciado en el 2004 con nuestro esfuerzo global para canalizar ayuda alternativa a las víctimas del Tsunami, en 2007 con tres delegaciones a las reuniones con los Zapatistas en México y todos los años se han realizado acciones importantes de solidaridad con luchadores y luchadoras víctimas de la criminalización de la protesta social en todos los continentes. El desplazamiento de pueblos rurales como consecuencia del modelo neoliberal, está provocando el movimiento masivo de personas, convirtiéndose en un tema crítico para La Vía Campesina. Desde 2004 hemos estado elaborando nuestras estrategias y acciones sobre estos temas en nuestra nueva Comisión de Trabajo sobre Migración y Trabajadores Rurales. Hemos llevado a cabo diversas acciones en contra del muro de la vergüenza que construye los Estados Unidos.

De pueblo a pueblo, de país a país, hemos llevado a cabo las luchas de La Vía Campesina. Nuestro movimiento está en casi todas partes del mundo, en donde el neoliberalismo está siendo impuesto a los y las campesinos y pueblos rurales.

La lucha de La Vía Campesina inspira, estimula y genera la resistencia de movimientos sociales contra las políticas neoliberales. Van aumentando los países en donde gobiernos progresistas alcanzan el poder como resultado de años de movilización. E incluso un buen número gobiernos locales y nacionales han acentuado su resistencia y su interés en la agenda de la soberanía alimentaria, como resultado de la movilización popular y como respuesta a la crisis global de los precios de los alimentos.

La ofensiva del capital sobre el campo, las crisis múltiples y el despojo de pueblos campesinos e indígenas

En el contexto global actual estamos enfrentando la convergencia entre una crisis alimentaria, una crisis climática, una crisis energética y una crisis financiera. Estas crisis tienen orígenes comunes en el sistema capitalista y mas recientemente en la desregulación desenfrenada de sus respectivas ámbitos de actividad económica, como parte de del modelo neoliberal, que da la prioridad al negocio y a la ganancia. En las zonas rurales del mundo, hemos visto una feroz ofensiva del capital y de las empresas transnacionales sobre la agricultura y los bienes naturales (agua, bosques, minería, biodiversidad, tierra, etc.), que se traduce en una guerra de despojo contra los pueblos campesinos e indígenas, utilizando pretextos falsos como los argumentos erróneos que plantean que los agrocombustibles son una solución a las crisis climáticas y energéticas, cuando la verdad es todo lo contrario. Cuando los pueblos ejercen sus derechos y resisten este despojo generalizado, o cuando son obligados a ingresar en los flujos migratorios, la respuesta ha sido más criminalización, más represión, más presos políticos, más asesinatos, más muros de la vergüenza y más bases militares.

Declaración de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos

Vemos la futura Declaración de Derechos de las Campesinas y Campesinos de la ONU como una herramienta clave en el sistema legal internacional para fortalecer nuestra posición y nuestros derechos como campesinado. Por esta razón, lanzamos también la Campaña Mundial por una Declaración de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos.

Soberanía Alimentaria: la solución a las crisis y la vida de los pueblos La situación actual de crisis también es una oportunidad, porque la soberanía alimentaria ofrece la única alternativa real tanto para la vida de los pueblos como para revertir las crisis. La soberanía alimentaria responde a la crisis alimentaria, con producción campesina local, a las crisis climáticas y energéticas, atacando dos de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, el transporte de alimentos a larga distancia y la agricultura industrializada, y para aminorar una vertiente de la crisis financiera, prohíbe la especulación con los alimentos. El modelo dominante significa crisis y muerte, y la soberanía alimentaria es la vida y la esperanza para los pueblos rurales y también para la población consumidora. La soberanía alimentaria requiere la protección y re-nacionalización de los mercados nacionales de alimentos, la promoción de ciclos locales de producción y consumo y la lucha por la tierra, la defensa de los territorios de los pueblos indígenas, y la reforma agraria integral. Se basa también en el cambio del modelo productivo hacía la producción agroecológica y sustentable, sin plaguicidas y sin transgénicos, basado en el conocimiento campesino e indígena. Como principio general, se construye la soberanía alimentaria en base a nuestras experiencias concretas al nivel local, o sea, desde lo local hacia lo nacional.

La crisis causa un sufrimiento incalculable entre nuestros pueblos, y erosiona la legitimidad del modelo neoliberal del “libre comercio.” Algunos gobiernos locales, estatales y nacionales mas progresistas han empezado a buscar soluciones alternativas. En La Vía Campesina debemos ser capaces de aprovechar estas oportunidades.

Tenemos que desarrollar una metodología de trabajo que incluya el dialogo crítico y constructivo, para lograr casos exitosos en la implementación de la soberanía alimentaria con estos gobiernos. También debemos aprovechar espacios internacionales de “otra integración,” como el ALBA y Petrocaribe, para avanzar en este terreno. Pero no podemos solo apostar a los gobiernos, sino que debemos ir construyendo la soberanía alimentaria desde abajo, en los territorios y otros espacios controlados por movimientos populares, pueblos indígenas, etc. Ya llegó la hora de la soberanía alimentaria, y tenemos que tomar la iniciativa para avanzar sobre este terreno en todos los países. Los campesinos y campesinas del mundo podemos y queremos alimentar al mundo, a nuestras familias y nuestros pueblos, con alimentos sanos y accesibles.

Las empresas multinacionales y el libre comercio

Nuestra reflexión nos ha dejado la claridad de que las empresas multinacionales y financieras son uno de nuestros enemigos comunes mas importantes, y que como tales, tenemos que incidir con nuestras luchas cada vez mas directamente sobre ellas. Inclusive son ellos que están detrás de los otro enemigos del campesinado, como el Banco Mundial, el FMI, la OMC, los TLCs y EPAs, los gobiernos neoliberales, y el expansionismo económico agresivo, el imperialismo y el militarismo. Ahora es también el momento para redoblar nuestra lucha contra los TLCs y EPAs, y contra la OMC, pero ahora con un señalamiento mas claro del papel central de las multinacionales.

El avance de las mujeres es el avance de la Vía Campesina

Un tema quedó muy claro en nuestra V Conferencia: que todas las formas de violencia que enfrentan las mujeres en nuestras sociedades – entre ellas la violencia física, la económica, la social, la machista, la de diferencias de poder, y la cultural – están también presentes en las comunidades rurales y por ende en nuestras organizaciones, y esto además de ser un enorme fuente de injusticia también limita el alcance de nuestras luchas. Reconocemos la relación íntima entre el capitalismo, el patriarcado, el machismo, y el neoliberalismo en perjuicio a las campesinas del mundo. Nosotras, todos y todas, mujeres y hombres, de la Vía Campesina, nos comprometemos de forma responsable por construir nuevas y mejores relaciones humanas entre nosotros y nosotras, como parte necesaria de la construcción de las nuevas sociedades a las cuales aspiramos. Por esto en la V Conferencia tomamos la decisión de romper el silencio y lanzamos la Campaña de la Vía Campesina “Por el Fin de la Violencia Contra las Mujeres.” Nos comprometemos de nuevo y con mayor fuerza a la meta de alcanzar la compleja pero necesaria paridad de género real en todos los espacios e instancias de participación, análisis, debate y decisiones en la Vía Campesina, y fortaleceremos el intercambio, coordinación y solidaridad entre las mujeres de nuestras regiones.

Reconocemos el papel central de la mujer en la agricultura de auto-suficiencia alimentaria, y la relación especial de las mujeres con la tierra, la vida y las semillas. Además, las mujeres son y han sido parte determinante de la construcción de la Vía Campesina desde su inicio. Si no venceremos la violencia hacía las mujeres dentro de nuestro movimiento, no avanzaremos en nuestras luchas, y si no construimos nuevas relaciones de género, no podemos construir una nueva sociedad.

No estamos solos: la construcción de alianzas

Los campesinos y las campesinas no podemos ganar solos nuestras luchas por la dignidad, por un sistema alimentaria y agrario mas justo, y por este otro mundo mejor que es posible. Tenemos que construir y reforzar nuestras alianzas orgánicas y estratégicas con los movimientos y organizaciones que comparten nuestra visión, y esto es un compromiso especial de la V Conferencia.

La juventud nos da la esperanza para un futuro mejor

El modelo dominante en el campo no ofrece ninguna opción para la juventud, y esto es una razón muy importante para cambiarlo. Los jóvenes y las jóvenas son nuestra base tanto para el presente como para el futuro, así que nos comprometemos a su plena inserción y participación creativa en todos los niveles de nuestras luchas.

La formación para el fortalecimiento de nuestras luchas

Para que tengamos mayores éxitos y victorias en nuestras luchas, tenemos que dedicarnos al fortalecimiento interno de nuestro movimiento, a través de la formación política para aumentar nuestra capacidad colectiva de analizar y transformar nuestras realidades, la capacitación, y el mejoramiento de la comunicación y articulación entre nosotros y nuestros aliados.

Diversidad y unidad en la defensa de la agricultura campesina

Como movimiento social internacional, podemos decir que uno de nuestras mayores fortalezas es que somos capaces de unir diferentes culturas y modos de pensar alrededor de una misma lucha. La Vía Campesina representa un compromiso común de resistir y luchar por la vida y la agricultura campesina. Todos los participantes en la V Conferencia de la Vía Campesina nos comprometemos a defender los alimentos y la agricultura campesina, a la soberanía alimentaría y a la dignidad y la vida. Aquí estamos los campesinos y campesinas del mundo, y nos negamos desaparecer.

Globalicemos la lucha! Globalicemos la esperanza!